Para comenzar nuestra travesía, les quiero traer la táctica predilecta de Coca Cola, Apple, Nike o Dove: El storytelling.

Muy pocos conocen el verdadero potencial de una táctica que permite, fácilmente, conectar con las personas y disuadirlos sutilmente a comprar un producto, pero no termina ahí, la conexión es tan fuerte que seguro los terminas convenciendo a comprar de nuevo.
Sin embargo, veamos las bases del storytelling, ¿cómo funciona y de qué manera lo puedo aprovechar?
El storytelling es una estrategia comunicacional, una buena forma de difundir tus productos en un mercado y conseguir impactar desde el primer momento a muchas personas. Pasando mucho por lo emocional, el storytelling es capaz de saltar sobre la mente de una persona, tocar su lado más emocional y llevarlo a comprar un producto.
¿Fundamento?
Un relato simple pero atractivo, que permita integrar la historia de una empresa (o de un producto) con el factor emocional de la persona, que sentirá empatía con los valores, las metas y los objetivos de una marca para finalmente sentirse motivado a comprar un producto.
Ésta es una táctica aplicada desde hace muchos años, pero que no pierde vigencia por su alta eficacia. Un ejemplo bastante marcado es el de Coca Cola, todos sabemos que sus inicios fueron con un jarabe inventado por un farmacéutico estadounidense, pero también sabemos que su fórmula es secreta y que está guardada en una caja fuerte (supuestamente, ¿no?), pero la realidad es que éste es el storytelling de su marca, una historia o relato bastante convincente que a través de los años se ha mantenido en la sociedad y que ha conectado con tantas generaciones.

Generador de tabúes, historias, cuentos, leyendas y miles de relatos, Coca Cola se ha beneficiado como nunca de esta táctica.
Ahora te preguntarás: Iván, pero yo no soy Coca Cola ni tengo un producto patentado, ¿cómo puedo aplicar el storytelling?
Debo decirte que no hace falta ser Coca Cola, Apple o Airbnb, cualquier compañía puede aplicar y beneficiarse de la táctica del storytelling, te explicaré ahora cómo lo puedes hacer.
Antes que nada, aclarar que el storytelling es un recurso fácilmente utilizable en lo macro o lo micro, es decir, lo puedes utilizar para tu compañía o lo puedes utilizar para un simple vídeo, artículo de blog o contenido en redes sociales, es igualmente aplicable en cualquier formato.
¿Cómo aplicar el storytelling en 5 pasos?
1. Define y sintetiza el mensaje: Tu marca debe inspirar valores y un mensaje claro, de la misma forma debe funciona tu estrategia comunicacional. Define la identidad de tu negocio y las características del mismo. Puedes responder las siguientes preguntas:
- ¿Quién es la persona que cuenta la historia?
- ¿Cómo habla? ¿Utiliza palabras formales o descontracturadas?
- ¿Cómo actúa cuando necesita ayudar al otro?
2. Identifica tu target: ¿hacia quién te diriges?: Lo más importante es afinar la puntería, ahora que definiste tu mensaje debes identificar el público al que te dirigirás con tu historia. Puedes responder las siguientes preguntas:
- ¿Quién es tu potencial cliente?
- ¿Cuáles son sus gustos e intereses?
- ¿Cuáles son las actividades más comunes que realiza?
- ¿Cuál es su nivel de instrucción?
- ¿Qué tipo de información consume y de qué forma?
- ¿Cuáles son sus objetivos, dificultades y desafíos?
3. Comenzá a escribir tu historia: Recuerda, debes apelar siempre a algún valor emocional y focalizarte en inspirarlo con tu relato. Define la forma en que quieres transmitir tu mensaje y el contexto donde quieres establecerte. Recuerda siempre que el objetivo final es vincularte con la persona y dirigirlo, sutilmente, a que se vincule a tu marca comprando un producto.
4. Especial atención a la narrativa: Si no es tu fuerte la redacción narrativa, lo mejor sería que buscaras ayuda, pues es importante que tu mensaje tenga una estructura sólida que te permita conectar a la audiencia con tu marca. Finalmente, esta debe ser capaz de identificarla, empatizar con ella y sentir fidelidad por la misma.
5. Sé original: No vayas a lo genérico, aun cuando tu marca no cuente con algo especial que contar, puedes buscar algún factor diferenciador y potenciarlo en tu relato. Intentá siempre ser real y auténtico, pero también con un toque especial que atraiga a tu audiencia.

Como he dicho, hay muchas formas de contar una historia, así que te dejo algunos ejemplos o ideas que fácilmente puedes tomar como punto de partida:
- ¿Cómo lo hacemos?: Contar todo el proceso oculto que nos llevó a la consecución de una meta, es siempre una buena alternativa para contar tu historia. Desde ese pequeño detalle curioso que hace especial tu producto a todos los componentes imprescindibles en tu negocio.
- ¿Qué nos mueve? Los valores de la marca, aquí puedes conectar fácilmente con las personas si das el mensaje correcto a la persona correcta, si esta se siente identificada con tu mensaje, el resto es bastante fácil.
- ¿Cómo superamos los obstáculos? Demuestra lo difícil que fue crear un producto o tu marca, cómo fue que pudiste superar un obstáculo y todos los retos que se presentaron en tu camino.
- Situaciones reales de consumo: Si tienes un producto, es recomendable que plasmes en tu mensaje de qué manera es que eres útil a muchas personas, plantea todos o uno de los posibles usos y seguramente podrás vincular a tu audiencia.
- Historia: De las modalidades más usadas, pero siempre eficaz cuando quieres fortalecer tu marca y hay una historia memorable que contar, si tras tu negocio hay una gran historia, tienes en frente la mejor opción.
Y así culminamos el posteo de la semana, espero lo disfruten y me cuenten si ya aplican la táctica del storytelling y si planean hacerlo.
¿Alguna idea?
¡Los estaré leyendo!
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